Se han descubierto nuevas vulnerabilidades en Windows 10 que han puesto en peligro a 800 millones de dispositivos con este sistema operative.
De entre todas estas vulnerabilidades destacan dos relativas a ejecución remota de códigos (carácter crítico) y que pueden derivar en una infección de tipo gusano, es decir, aquellas que pasan de un dispositivo a otro en una misma red de ordenadores. En concreto son las denominadas CVE-2019-1181 y CVE-2019-1182.
Se ha confirmado que todas estas vulnerabilidades “afectan a todas las versiones compatibles de Windows 10”, incluidas las versiones de servidor. Otras versiones afectadas de Windows serían Windows 7 SP1, Windows Server 2008 R2 SP1, Windows Server 2012, Windows 8.1, Windows Server 2012 R2.
En estos avisos de seguridad se advierte que “un atacante que explote con éxito una vulnerabilidad podría ejecutar código arbitrario para instalar programas en el ordenador objetivo, cambiando o eliminando datos, o creando nuevas cuentas con derechos de usuario completos”.
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